CARMELO GARCÍA / Salas

«Adquirir el compromiso por parte de la alcaldesa de que el posible déficit que pueda surgir en la liquidación del presente ejercicio, sea compensado en ejercicios futuros y siempre antes de la finalización del presente mandato, sin aplicar el Remanente de Tesorería salvo que exista la oportuna consignación presupuestaria, comprometiéndose a no usar fondos procedentes de las expropiaciones del pantano de Castrovido para financiar inversiones que no sean previamente respaldadas por al menos tres de los cuatro grupos municipales».

Este es el párrafo que ‘ha permitido’ al equipo de Gobierno del Ayuntamiento serranomatiego, presidido por la popular Marta Arroyo, aprobar los presupuestos de este año que termina, en una segunda sesión extraordinaria.

Pero hasta que se llegó a ese punto, logrado ‘in extremis’ por la abstención de los munícipes de la Agrupación Cívica Salense (ACS) y del PSOE, los juegos de la política se pusieron de manifiesto en el Salón de Plenos de la Casa Consistorial salense.

Y el caso es que no hubo modificaciones, con respecto a los datos presentados en la primera sesión extraordinaria, celebrada a mediados de noviembre, en ninguno de los apartados de los balances de ingresos y gastos.

En aquella reunión el concejal de Hacienda, Romualdo Pino, propuso a la oposición retirar, del apartado de ingresos dos partidas, de 90.000 y 155.000 euros, correspondientes a un posible reparto de una cuenta corriente de Ledanías y a la venta de parcelas industriales, respectivamente, que fueron tachadas repetitivas e irreales por los portavoces del PRCAL, ACS y PSOE, y del todo punto «imposible de cumplir en este ejercicio».

Pero en las intervenciones previas a la votación, se pusieron de manifiesto diferencias de fondo que se concretan en el retraso en presentar el borrador de los presupuestos, para analizarlo con tiempo y hacer propuestas serias, y la repetición de apartados de balances anteriores que «maquillan la realidad». Con esos mimbres, y un texto añadido, que antes de la segunda reunión extraordinaria estaba en borrador, se levantaron las cartas.

El representante del PRCAL, Julián Ruiz, volvió a enfatizar su rechazo a las cuentas de 2012, añadiendo que el pacto de gobernabilidad entre el PP y la ACS permitiría aprobar los presupuestos, y que el «compromiso de la alcaldesa no servirá de nada». Los portavoces de ACS, Jesús Ángel González, y PSOE, Asunción Velasco, por su parte incidieron en que el borrador no reflejaba exactamente lo hablado en la Comisión de Hacienda, celebrada previamente al Pleno. Y que «si no era modificado», no aprobarían los balances presupuestarios.

Tras un tira y afloja, se convino en la redacción definitiva, y Arroyo se compromete ahora a compensar el déficit de este año en futuros ejercicios y antes de que concluya el mandato en 2015; y a utilizar los fondos de las expropiaciones de Castrovido para inversiones, con el acuerdo de tres de los cuatro grupos municipales.

29% menos

Los gastos presupuestados para este año, que ya casi termina, alcanzan 2,2 millones de euros, cifra que es casi un 29% (880.000 euros) menor que los 2011, y contemplan una inversión de 455.000 euros (21% del total), siendo la partida de gastos corrientes, con 839.000 euros (38%), la más importante, seguida de la de personal, que suma 727.000 euros (33%). En el capítulo de ingresos, las cuantías más significativas son de 643.000 euros (impuestos), 544.000 euros (tasas) y 450.000 euros (subvenciones).