C. G. / Salas
Las tareas de limpieza de un vecino de la calle La Luna fueron providenciales para que el fuego declarado en una casona, sobre las 10.00 horas, no se propagara a las viviendas colindantes, ni al resto de la manzana de casas en la que se ubica el inmueble afectado.
Y es que, Salvador Urién, al abrir una de las ventanas de su casase sorprendió del humo que salía de la casona y rápidamente avisó a otros vecinos de la zona que alertaron a los bomberos voluntarios salenses, que rápidamente se personaron en el lugar del siniestro. Cuando llegó el equipo de extinción, con el camión del Parque de
Bomberos de la ciudad milenaria, las llamas se habían ‘comido’ literalmente el interior del caserón y también habían afectado íntegramente a la cubierta.
Gran trabajo
Media docena de efectivos estuvieron realizando las tareas propias de extinción, sofocando el fuego y enfriando las paredes laterales de la casona, para evitar posibles conatos de incendio en las casas contiguas.
Se da la circunstancia de que el inmueble afectado por el fuego en la mañana de ayer estaba siendo reformado, y mantenía delante de su fachada los andamios utilizados para las tareas de reparación, que fueron utilizados por los bomberos para acceder con más facilidad al tejado. La causa del siniestro, cuyos efectos han llenado de humo las edificaciones colindantes, que en esos momentos no estaban habitadas, se desconocen por el momento, pero la vecindad mantiene todavía el susto en el cuerpo.